
Un proyecto que trata de integrar las nuevas tecnologías a las prendas de vestir. Hoy, veremos cómo los componentes electrónicos hacen que afloren nuestras emociones.
Bubelle, el curioso vestido a la izquierda, está formado por dos capas: la interior que integra los sensores biométricos, y la exterior formada por una serie de LEDs capaces de iluminarse cuando se produce un cambio emocional.
El vestido araña de la derecha se llama Frison, y es un mono de vestir que reacciona al soplo, es decir que basta con soplar sobre el mono para que éste ilumine su constelación de LEDs. Ambos vestidos miden las señales emocionales transmitidas por la piel, haciéndolos palpables mediante la intensidad de la luz.