2. Porque permiten un ahorro de hasta un 80% del consumo comparado con las lámparas convencionales que se usan hoy en el alumbrado público.
3. Porque tienen unos costes de mantenimiento mínimos una vez instaladas.
4. Porque tienen una vida útil cercana a los doce años y 50.000 horas frente a los tres años de las que se utilizan en la actualidad.
5. Porque están fabricadas con materiales no contaminantes y más fáciles de reciclar que las lámparas comunes.
6. Porque permiten dirigir de manera certera los haces de luz sobre la zona a iluminar, combatiendo la contaminación lumínica, un fenómeno que hoy en día impide disfrutar del cielo nocturno en la mayoría de las grandes ciudades del mundo.
7. Porque los LEDs emiten una luz blanca muy parecida a la luz natural de día.
8. Porque su aplicación, ya consolidada en la iluminación de vehículos, convierten a los LEDs en sistemas de alumbrado resistentes en condiciones extremas como cambios bruscos de temperatura, lluvias intensas, nieve e, incluso, actos de vandalismo.
9. Porque representan ya una alternativa real a las tecnologías tradicionales más conocidas como las halógenas o, más recientes, de bajo consumo.
10. Porque su versatilidad permite contar con diseños muy variados y atractivos capaces de adaptarse a la identidad de cualquier ciudad española.