Me imagino en una fiesta, diciendo a mi solícito acompañante: "Cariño, si no te importa, vayamos a otro lugar, porque mi vestido detecta un ambiente demasiado cargado de dióxido de carbono, y no me gustaría combinar el Dom Pérignon con el CO2, después me produce acidez". Trás la perplejidad, el caballero atendería mi solicitud y de nuevo, yo daría gracias a mi vestido por su aportuno aviso. Una vez más me había salvado de las dañinas garras de la contaminación.
Este vestido existe, mi querido o querida internauta, se ha creado y diseñado el Vestido CO2 de alta tecnología que supervisa los niveles de dioxido de carbono en un entorno determinado y visualiza los datos en tiempo real con un parpadeo de los patrones de luz que están programados en el sistema de luces LEDs, cosidas cuidadosamente en los bordados del vestido. El proyecto es un excelente ejemplo de la exitosa colaboración entre múltiples disciplinas capaces de aunar sus conocimientos para crear un prototipo portátil de refinada tecnología
