El vestido dialoga con la vida salvaje lejana, situada en cualquier parte del mundo, a través de una conexión a internet que carga sonidos en tiempo real al vestido.
El vestido visualiza los sonidos recibidos con luces LED, dibujando distintos patrones de luz en la tela. Sus parlantes incrustados le dan una dimensión auditiva adicional al vestido.
La interacción del vestido con el ambiente le da al usuario la oportunidad de sentirse unificado con la naturaleza, aunque se encuentre en medio de la ciudad. El sistema de sonido interactivo crea un sentido de unidad entre el usuario y un paisaje sonoro remoto.