Un girasol capaz de responder a los estímulos que nosotros mismos le damos con la mano. En el interior de la flor, aguarda una cámara que registra los movimientos de la mano, procesados luego por un ordenador. De esta forma se ha conseguido que el girasol robótico gire al son de la mano y se ilumine gracias a llevar 48 luces LED integradas.
El ordenador rige completamente todos los movimientos que efectúa al girasol, enviando las órdenes hacia los servimotores situados en el tallo de la flor para así, imitar la curiosa vida del vegetal