Los LEDs están hoy en día omnipresentes a nuestro alrededor. Allá donde haya luz, posiblemente sea un LED el responsable y es que nuestras vidas serían bastante más complicadas sin ellos.
El problema es que los LEDs son frágiles y no son flexibles, por lo que no podemos adaptarlos a todos los lugares donde nos gustaría. Pero tranquilos, esto va a cambiar.
John Rogers y su equipo de la Universidad de Illinois han creado un nuevo tipo de LEDs que combina LEDs diminutos con láminas electrónicas flexibles. El resultado es un producto que puede estirarse y retorcerse hasta 720 grados sin que los LEDs se vean afectados.
Además la lámina flexible los hace a prueba de agua e incluso permite colocarlos implantados bajo la piel, cosa que por cierto ya han comprobado con ratones en el laboratorio, con todas las “ventajas” que ello supone.
Una gran noticia para científicos, médicos e investigadores, pero también para fanáticos de los tatuajes y la idea de convertirse en cyborgs.