Los proyectores LED para piscinas han sido diseñados para funcionar totalmente sumergidos en agua dulce. Deben instalarse a unos 40/50 cm del borde de la piscina para poder acceder fácilmente para los recambios y el mantenimiento general.
Estos aparatos trabajan a baja tensión, dentro de los límites de seguridad de 12 voltios en corriente alterna. Para iluminar correctamente la piscina debe instalarse 1 proyector por cada 20 metros cuadrados de lámina de agua, siempre en sentido opuesto a la situación de la vivienda para evitar deslumbramientos.La instalación requiere de un transformador dimensionado para suministrar 175 VA aproximadamente a cada proyector.
El sistema dispone de 14 modos distintos de funcionamiento, con 7 colores fijos y 7 secuencias de colores distintos: blanco, rojo, azul, verde, púrpura, cyan y amarillo.
El cambio de color o de secuencia, se consigue con un pulsador conectado al receptor o utilizando un mando programable a distancia con un alcance de unos 50 metros.