Un aplique de pared y techo para exterior, planteado por el diseñador catalán como una pieza estructural y extremadamente ligera, de fácil integración en todo tipo de entornos exteriores.
Su diseño se basa en una estructura metálica con acabado en color blanco, que nace como desarrollo de una pieza única, al igual que un objeto de papiroflexia. Este soporte metálico enmarca la pantalla traslúcida, formada por una pieza de cristal prensado, que parece flotar.
En ella se instala una doble fuente de iluminación, que proyecta luz en dos direcciones: hacia delante y también un sutil baño luminoso sobre la pared en la que se instala.