En el arte de la cata, el equilibrio del vino es sin duda el elemento más delicado de definir de manera clara. Y sin embargo, su importancia es capital. En efecto, un vino debe ser necesariamente equilibrado, es decir, armonioso a la vista, en nariz y en boca. Pero me voy a centrar en el análisis visual, y después entenderá por qué, mi querido o querida internauta La vista proporciona el primer contacto con el vino, la primera impresión, las primeras sugerencias. La vista de una copa de vino ya predispone al juicio. Pero, además, el color y el brillo del vino son estímulos que excitan nuestros sentidos. Y he dicho esto para presentar un original escanciador que tiene la particularidad de llevar incorporada una luz LED roja.
Efectivamente es un escanciador de vino que lleva un LED rojo que se activa cuando pasa el líquido a través de su pico, iluminando el chorro de vino hasta que cae en la copa. Es ideal para ver la tonalidad o matiz que a menudo marca la evolución del vino, o para descubrir los rastros líquidos que el vino forma en las paredes de la copa cuando se hace girar la misma; si el vino tinto es violáceo es que se trata de un vino joven, si es rojo cereza, entonces no es joven ni evolucionado; si es rojo con matices anaranjados, estamos ante la madurez del vino de crianza o primera reserva, y si es rojo pardo, entonces estamos ante un gran vino en su pleno apogeo.